
La puerta de la pellejería en la Catedral de Burgos, que puede observarse desde la plaza de la Llana, fue ordenada en el año 1516 por obispo Juan Rodríguez de Fonseca y el responsable de su concepción fue Francisco de Colonia. Este acceso en su totalidad fue terminado en el año 1535 cuando se finalizó el arco superior que mandó hacer el Cardenal Mendoza.
El origen del nombre
El origen de su nombre viene por el hecho de que se encontraba situada cercana a las casas de los pellejeros de la época. Casas, que, por otro lado, con el tiempo se fueron derribando. Además, se la conoce también como la puerta del canalejo aunque no se trata de un nombre que suela utilizarse para referirse a dicha puerta.
Uso de la puerta
Esta entrada hace esquina prácticamente con la puerta de la coronería y fue planteada en un principio como una entrada alternativa para los habitantes de la parte alta de la ciudad para que pudieran atravesar de un modo más rápido y seguro hasta la parte más baja.

Descripción de la obra
La obra está concebida como una portada a modo de retablo gótico que se divide en dos cuerpos con tres calles y un frontón. Las calles laterales de la puerta no son obra de su autor principal, Francisco de Colonia, si no que se encargaron en el año 1530 a Bartolomé de la Haya.
En el primer cuerpo es en el que se encuentra la puerta, que es de medio punto angrelado y que se encuentra decorada con una arquivolta que cuenta con estatuillas de los distintos apóstoles.
En el segundo cuerpo nos encontramos con unos relieves de gran belleza los cuales representan el martirio de San Juan Bautista y San Juan Evangelista. No es de extrañar encontrarnos con motivos dedicados a San Juan teniendo en cuenta que quien mandó su construcción el obispo Juan Rodríguez de Fonseca.
Por último, pero no menos importante, el frontón de la puerta consta de una imagen central la cual va acompañada de las representaciones de San Pedro y San Pablo a sus lados. Mientras, en la pieza central se puede observar a la Virgen con el niño en posición sedente rodeada de 3 ángeles que portan distintos instrumentos musicales además de al propio Juan Fonseca arrodillado ante la virgen. Esta obra se ve culminada por el escudo del propio Juan de Fonseca en su parte superior.
En la obra, a pesar de ser visible una gran técnica y una gran belleza, también es muy palpable la falta de proporción con la que tuvieron que trabajar los artistas y que viene provocada por el estrecho espacio en el que tienen que trabajar.

A continuación, dejamos un vídeo sobre la puerta de la pellejería y la escalera dorada.
Ubicación

Bibliografía
- Ibáñez Pérez, Alberto C.; PAYO HERNANZ, René Jesús: Del Gótico al Renacimiento. Artistas burgaleses entre 1450 y 1600. Burgos: Cajacírculo, 2008.
- Rivero, Enrique del. Rincones singulares de Burgos, tomo XI. Ciudad de Burgos. Caja de Burgos, 2007.
- Puerta de la pellejería – Artehistoria